Merluza rellena de gambas y huevo duro

Receta ↓ Ángela Solar

¡La merluza rellena de gambas y huevo duro es el tesoro escondido del océano que tu paladar estaba esperando!

Fácil de preparar y con un sabor que te transporta a la costa, este plato es una sinfonía de texturas: la suavidad de la merluza abrazando el contraste jugoso de las gambas y el punto firme del huevo duro. Un manjar listo en menos de lo que canta un gallo.

Ingredientes necesarios

¡Ah, la merluza rellena! Ese plato que me transporta a los veranos en la costa, con la brisa marina y el aroma de la cocina de mi abuela. Hoy te paso el testigo de esta receta familiar que nunca falla. Para empezar, asegúrate de tener:

• Merluza: Una pieza central de unos 1,5 kg, que sea fresca como la brisa del mar. Créeme, cuando se trata de pescado, la frescura es clave.
• Gambas: Unos 200 g de gambas jugosas y rebosantes de sabor a mar, que harán que tu relleno sea simplemente sublime.
• Huevo duro: Dos huevos, hervidos justo al punto para que su textura contraste con la suavidad de la merluza.
• Condimentos: No escatimes en la sal, la pimienta y el perejil fresco picado; son los guardianes del sabor que harán que tu plato cante.

Y aquí va mi consejo de oro: no temas experimentar. A esta receta le he añadido desde un chorrito de brandy hasta una pizca de nuez moscada, buscando siempre ese toque especial.

¿Tienes alguna especia favorita? Este es el momento de usarla y hacer de la receta algo único. ¡Manos a la obra y a disfrutar del proceso tanto como del resultado!

Preparación del relleno

¡Manos a la obra con el relleno que convertirá tu merluza en una obra maestra culinaria! ¿Estás preparado para que tus invitados te pidan la receta una y otra vez? Vamos a darle vida a esas gambas y ese huevo duro.

1. Empezamos con las gambas, las joyas del mar. ¿Sabías que en las costas españolas se capturan algunas de las mejores gambas del mundo? Pues bien, pon a hervir agua con una pizca de sal, como me enseñó mi abuela, y sumerge las gambas con cariño. En un abrir y cerrar de ojos, estarán listas para enamorar tu paladar.
2. El huevo duro, ese clásico que nunca falla. Colócalo en agua fría y cuécelo hasta que esté perfecto. ¿El truco? Un baño rápido en agua fría justo después de cocerlo para que la cáscara se desprenda con facilidad.
3. Ahora, el momento cumbre: la mezcla de los ingredientes. Trocea las gambas y el huevo con entusiasmo, piensa en los sabores que estás a punto de combinar. Añade hierbas y especias al gusto, pero ¿por qué no te atreves con algo nuevo? Un poco de azafrán para un toque exótico, o un chorreón de brandy para una nota sofisticada. ¡Deja volar tu imaginación!

La merluza rellena es un plato que te invita a ser audaz en la cocina. No hay límites para la creatividad, así que añade ese ingrediente secreto que solo tú conoces y haz de esta receta una leyenda en tu mesa.

Rellenando la merluza

¡Es hora de darle vida a nuestra merluza! ¿Has pensado alguna vez que el relleno es el alma de este plato? Yo sí, y por eso te voy a guiar en cada paso para que te quede de rechupete. Recuerda, el cariño que le pongas se notará en cada bocado.

Para abrir la merluza, imagina que estás escribiendo una carta llena de sabores: haz un corte longitudinal con cuidado y extiende sus páginas, esparciendo el relleno de gambas y huevo duro con equilibrio y gracia. ¿Quieres experimentar? Añade unas hebras de azafrán o un toque de brandy y verás cómo tus comensales se sorprenden.

Al asegurar el relleno, piensa en un abrazo que envuelve con ternura: usa hilo de cocina o palillos para que todo se mantenga en su lugar. ¿Te preocupa que se desmorone? No temas, con un poco de maña y paciencia, tu merluza quedará perfecta. Y si te sobra relleno, ¡aprovecha para preparar unas croquetas con él!

Cocción de la merluza

¡Vamos a darle caña al horno con nuestra merluza! Te voy a contar un secreto: la primera vez que cociné merluza para mis amigos, se quedaron tan impresionados que casi no me creían que la había hecho yo. Y todo gracias a la cocción perfecta.

Así que, amigo cocinillas, pre-calienta ese horno a 180°C y vamos a por todas. Coloca la merluza, ya rellena y lista para triunfar, en una bandeja con un chorrito de aceite para que no se pegue. ¿Un truco? Yo le pongo unas rodajitas de limón por encima para darle un toque cítrico que te va a encantar.

En unos 20-25 minutos, tu obra maestra estará lista. Abre el horno y si la carne se separa con la mirada (bueno, con un tenedor, pero casi), ¡es hora de sacarla! No la dejes ni un minuto más, que la merluza es muy suya y no le gusta el calor de más.

Y si eres de los que el horno te da pereza, coge esa sartén y hazlo a la plancha. Envuelve la merluza en papel de aluminio como si fuera un regalito y a fuego medio se cocinará en un periquete.

Créeme, cuando lleves esta merluza a la mesa, te van a llover los elogios. ¡Y todo gracias a tu mano con la cocción!