Pavías de merluza paso a paso

Receta ↓ Ángela Solar

¡Siente el crujiente encanto de nuestras pavías de merluza y enamórate a cada mordisco! Tan fáciles que te sorprenderás, tan rápidas que no te lo creerás. Estas pavías son la estrella que tu familia pedirá una y otra vez. ¡No esperes más para probarlas!

Ingredientes necesarios

¡Prepárate para enamorarte de las pavías de merluza! Te voy a contar el secreto para que te queden de rechupete. Los ingredientes son sencillos, pero la magia está en la calidad y en cómo los combinamos.

La merluza, ese pescado tan nuestro, tiene que ser fresquísima. Yo siempre visito a mi pescadero de confianza para asegurarme de que me llevó lo mejor del día.

La harina, que no sea cualquiera, busca una que sea fina y que te asegure un rebozado de diez. Ahora, hablemos de la cerveza, que no falte en tu cocina porque es el ingrediente estrella que hará que la masa orly sea ligera como una pluma.

La sal, justo la pizca para que todo cante en armonía. Y claro, el aceite, que sea de oliva, por favor, que estamos en España y aquí no renunciamos al oro líquido.

Un truquito de los míos: si te atreves, añade una pizca de pimentón a la masa, le da un toquecito español que es una maravilla.

Y recuerda, la cocina es experimentación, así que juega con los ingredientes hasta que encuentres tu combinación perfecta. ¡Las pavias de merluza son un lienzo en blanco para tu creatividad!

Preparación de la merluza

¡Transforma la merluza en una delicia crujiente que hará danzar tus sentidos! La elección y el corte de este pescado son pasos que marcan la diferencia, y yo te guiaré en cada uno de ellos.

Imagina que estás en la pescadería, busca esa merluza que te guiña el ojo, con su piel brillante y su carne blanca como la nieve. En casa, saca tu cuchillo más afilado y corta la merluza en tiras, como si fueran pequeñas joyas del mar listas para ser doradas a la perfección.

¿Te has topado con una merluza salada? Aquí va mi secreto personal: sumérgela en agua fría, como si le dieras un baño revitalizante, y renueva ese agua cada 8 horas. Al día siguiente, tu merluza estará dulce y tierna, lista para ser la sensación de tu mesa.

Y si hay algo que he aprendido es que cada corte puede contar una historia diferente en tu paladar. Así que atreve a variar el grosor y descubre nuevos horizontes de textura y sabor. ¡Es hora de que tu cocina se llene de magia!

Elaboración de la masa orly

¡Vamos a darle vida a esa masa orly! Te voy a contar un secretillo: la masa es tan importante como el pescado en las pavias de merluza. Así que, ¡presta mucha atención!

1. Lo primero es mezclar bien los ingredientes secos. ¿Te he dicho ya que la harina tamizada es la clave? Pues no me cansaré de repetirlo, porque así consigues esa textura lisa y sin grumos que hará que tu masa sea la estrella.
2. El siguiente paso es añadir la cerveza, y aquí es donde yo me pongo creativa. Me gusta probar con diferentes tipos de cerveza para ver cómo cambia el sabor de la masa. ¿Y tú, te atreves a probar con una cerveza artesanal o quizás una sin gluten?

Una vez añadida la cerveza, dale a la masa unos minutos para que repose y se hinche. Este descanso es un truco que aprendí de mi abuela y que nunca falla.

Y ya sabes, si te apetece darle un toque personal, añade especias o hierbas que te gusten. ¡Experimenta y sorprende a todos con tu toque personal!

Fritura de las pavías

¡Prepárate para el crujido más alucinante de tu vida! Las pavías de merluza no son solo un plato, son una experiencia sensorial, y la clave está en la fritura.

¿Te imaginas sacar del aceite esa merluza con un rebozado que parece susurrar "cómeme"? Eso es lo que vamos a conseguir.

En mi casa, la temperatura del aceite es casi una cuestión de estado. Y es que si no está entre 175 y 180 grados Celsius, amigo, no esperes milagros. Pero tranquilo, que no todo está perdido si no tienes un termómetro.

¿Recuerdas ese truco de la abuela de echar un poquito de pan? Pues funciona. Si baila y se pone doradito en menos de un minuto, es que tu aceite está listo para el show.

El rebozado es otro momento estelar. La masa orly fría es tu mejor aliada, porque al contacto con el aceite caliente, se infla y se vuelve esa maravilla crujiente que tanto nos gusta.

Sumerge las tiras de merluza, déjalas que se despidan de la masa sobrante y al aceite con ellas. Pero ojo, no las hagas competir por su espacio, que si no, se van a poner celosas y no quedarán igual de crujientes.

Te voy a contar un secreto: la primera vez que hice pavias, fue un desastre épico. Pero como en la vida, de los errores se aprende. Ahora, cada vez que las sirvo, mis amigos se lanzan a por ellas como si no hubiera un mañana.

Así que ya sabes, échale ganas, experimenta con los sabores y sobre todo, disfruta. Porque cuando cocinas con alegría, se nota en cada bocado. ¡Vamos allá!

Trucos y consejos

¡Preparar pavías de merluza que sean la envidia del vecindario es más fácil de lo que crees! Y yo estoy aquí para compartir contigo esos pequeños secretos que marcan la diferencia.

Recuerdo la primera vez que intenté hacer una masa orly; quedó más pesada que una manta en verano. Pero entonces, un cocinero amigo me sopló el truco mágico: la cerveza fría. Desde ese día, mi masa orly es tan ligera que parece flotar en el aire.

¿Y qué me dices del pescado? Nada más triste que verlo deshacerse en el aceite. Pero aquí viene mi consejo de oro: seca la merluza con papel absorbente y no la eches al aceite hasta que esté bien caliente. Así mantendrás su textura intacta y conseguirás ese crujido celestial al morder.

Por último, no olvides que cocinar es un arte y cada artista tiene su estilo. Si te apasionan los sabores cítricos, añade un chorrito de limón a la masa. ¡Haz que esta receta hable de ti!